El empresario dominicano John Robin estudiaba desarrollo pesquero en Canadá hace más de 25 años cuando se dio cuenta del valor potencial del musgo marino.
Conocido científicamente como Chondrus Crispus, el musgo marino (también conocido como musgo marino irlandés o alga roja) es un “superalimento” versátil que contiene el 83% de todos los nutrientes esenciales y es rico en antioxidantes, así como en vitaminas A, D, E y K.
Los beneficios para la salud del musgo marino eran bien conocidos en el Caribe y otras partes del mundo desde hacía siglos, pero su comercialización en la región era casi inexistente.
“La información que descubrí sobre las algas era abrumadora”, recuerda John. “Sólo en Asia hay 12 grandes empresas de algas, y la industria mundial mantiene empleadas a unos cuatro millones de personas. Pero en el Caribe, la recolección de algas era pequeña, y no hacíamos mucho cultivo ni procesamiento.”
Tras regresar a Dominica, John se dedicó a buscar formas de embotellar el musgo marino y prolongar su vida útil. Se asoció con un socio para fundar su empresa, Benjo’s Seamoss, y unos dos años más tarde pasó a ser el único propietario.
Benjo’s Seamoss es ahora la mayor empresa de producción de musgo marino de la región. John emplea a 20 personas en su planta de Roseau y su bebida “comida en una botella” se exporta actualmente a unos 20 países del Caribe.
“Nos comparamos con Coca Cola”, afirma John. “Tienen un producto que está disponible en 205 de 207 países. Por eso estamos intentando entrar en otras partes del Caribe, como Jamaica, Guyana, Surinam, la República Dominicana y Haití, así como en Estados Unidos y Canadá.
“También queremos pasar de ocho a diez sabores en agosto e incorporar las materias primas disponibles en nuestro entorno, como la hierba limón y el tamarindo”.
John atribuye su éxito continuado a “la gracia de Dios” y a la perseverancia. También agradece el apoyo que ha recibido de la Agencia de Desarrollo de las Exportaciones del Caribe, que, según él, le ha ayudado a desarrollar su marca.
En 2019, participó en la principal feria comercial del Caribe ‘Agroalimentaria’ y asistió a un Taller del Acuerdo de Asociación Económica CARIFORUM – UE sobre Redes Estratégicas Regionales Business to Business que se concentró en la creación de una fuerte capacidad comercial en el Caribe.
John dice: “Fui a bastantes eventos a través de Caribbean Export y la Unidad de Desarrollo de la Exportación de la OECO, que resultaron reveladores y un catalizador para hacer crecer el negocio.
“El apoyo de Caribbean Export ha sido fundamental, pero como organización regional tan importante que es, creo que pueden hacer más para ayudar a los fabricantes establecidos. La estructura de financiación tiene que cambiar para que no se centre sólo en las empresas de nueva creación, sino en las que contribuyen al PIB (Producto Interior Bruto) de sus países.
John añade: “A veces da la sensación de que se ignora a las empresas que han resistido el paso del tiempo. Si recibiera más apoyo, podríamos hacer más estudios de mercado y desarrollo de productos, y podría trasladar algunos medios de producción a otros territorios, como Santa Lucía y Trinidad y Tobago, para minimizar los gastos de envío.”
Mientras tanto, John planea centrarse en posicionar Benjo’s Seamoss para aprovechar al máximo el creciente interés por el musgo marino en todo el mundo.
Según el Grupo IMARC, el mercado mundial de algas alcanzó los 7.500 millones de dólares (EE.UU.) en 2022 y se espera que alcance los 14.300 millones de dólares (EE.UU.) en 2028, lo que supone una tasa de crecimiento compuesto del 11,64% entre 2023 y 2028.
John también trabaja en el fomento del cultivo de musgo marino en las comunidades locales de Dominica. Se dedica a formar y ayudar a personas que quieren cultivar y cosechar algas marinas que luego él podría procesar.
John lo admite: “No es para todo el mundo porque hay que soportar los rigores del mar. Pero las perspectivas de aumentar el cultivo son buenas”.
Y añade: “Las algas marinas presentan enormes eslabonamientos hacia atrás para la agricultura en Dominica y el Caribe. Tiene unas 2.500 aplicaciones diferentes, así que tenemos que aprovechar todo el potencial de este producto. Las bebidas son sólo un aspecto”.