En el centro del desarrollo del Caribe está la industrialización sostenible de la región para lograr el crecimiento y la transformación económica. El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 9, pide un desarrollo industrial inclusivo y sostenible (DIS) y para realizar muchos de los objetivos socioeconómicos y ambientales identificados en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, la Comunidad del Caribe (CARICOM) debe guiarse por un marco de política industrial.
La política industrial depende de la cartera de S.E. Chanderikapersad Santokhi, Presidente de la República de Surinam, y fue uno de los temas centrales de la reunión de Jefes de Gobierno de julio.
A petición del Gobierno de Surinam, Caribbean Export colaboró rápidamente en la facilitación de un estudio sobre el “Estado de la industrialización en los principales sectores de exportación de los países de la CARICOM”. Este estudio proporcionó una revisión completa de la aplicación de la política industrial en todos los países de la CARICOM, exploró los sectores de exportación clave, su nivel de industrialización y su impacto en el crecimiento económico, el empleo y los ingresos por exportación; el análisis de datos de los productos de exportación actuales, los mercados de exportación, la mano de obra y las producciones industriales y proporcionó recomendaciones para la política industrial regional y nacional. Los resultados de este estudio ayudarán a los gobiernos y a los responsables políticos de la CARICOM a elaborar estrategias y a seguir desarrollando el marco político de la industria en el Caribe.
El estudio demostró que las economías de la CARICOM se encuentran en una encrucijada que requiere una política industrial regional que se diseñe de manera que aproveche las ventajas comparativas existentes en la región. Además, se recomienda que la política promueva un mayor comercio intrarregional y extrarregional junto con una mayor diversificación de los bienes y servicios producidos en el Caribe. Es importante que la producción de bienes sea sostenible desde el punto de vista medioambiental y que los beneficios de la política industrial se repartan equitativamente entre los países.
El impacto del cambio climático y la COVID-19 han puesto de manifiesto la necesidad de una transición energética drástica hacia soluciones sostenibles y el auge de las tecnologías disruptivas están haciendo avanzar rápidamente la fabricación y la digitalización en sectores clave como la agricultura.