A principios de los 80s, la química Josefina Pujols de Lomba creó una fórmula para un champú y un acondicionador para el cabello a petición de los dueños del salón Los Divinos que ella frecuentaba. Los productos tuvieron tanta aceptación por parte de la clientela que otros centros de belleza deseaban adquirirlos. De esta forma, poco a poco, fue fortaleciéndose la reputación de lo que luego se convirtió en una empresa familiar con varias líneas de productos orientados al cuidado personal y con posicionamiento en el extranjero hacia donde exporta alrededor del 60% de su producción.
Al frente de la empresa están José Antonio Lomba y Daniel Lomba, hijos de doña Josefina, y quienes crecieron involucrados en el proceso de creación y evolución de la empresa. “Mientras nuestros compañeros de colegio estaban en campamentos, nosotros teníamos que sacar tiempo para ir a la empresa a envasar productos”, cuenta Daniel Lomba, gerente comercial y financiero.
La empresa se fundó en 1983 con un catálogo de productos para el cuidado capilar y de belleza que se vendían en tiendas y supermercados, tanto para el público en general como para un perfil más profesional como salones de belleza. Años de sacrificio, entrega y perseverancia fueron fraguando los sólidos cimientos de una firma que se ha convertido en sinónimo de calidad y prestigio en República Dominicana y en los destinos de exportación, con certificaciones ISO-9001 sobre Sistema de Gestión de Calidad desde hace más de 10 años, con presencia en Haití, Panamá, Puerto Rico, Miami, Nueva York y New Jersey, con metas de expandir el mercado de exportación.
Rumbo a la excelencia
La innovación es una característica inherente a los directivos de Capilo. Tras un análisis interno, detectaron una categoría con posibilidades de éxito: los aceites esenciales. El de romero, aguacate y almendra, fueron los primeros en presentarse al público en una de las ferias de belleza realizada por un importante centro comercial del país. Actualmente, tienen en catálogo más de una docena de aceites esenciales. Ya han conquistado parte importante de ese nicho de mercado.
En el marco del componente Comercio y Apoyo al Sector Privado del Programa de Cooperación Binacional Haití/República Dominicana financiado bajo el 11mo. fondo Europeo de Desarrollo e implementado por Caribbean Export, la empresa Capilo fue favorecida con una asesoría técnica para la obtención de la certificación ISO2 2716 sobre Buenas Prácticas de Fabricación. “Pensábamos que como teníamos la ISO-9001 sería fácil, pero esta certificación es diferente, muy retadora, pero vamos bien y lo lograremos”, explica Daniel Lomba. La Norma ISO 2716 garantiza el control de riesgos asociados a los productos cosméticos, por lo que gestiona el cumplimiento de la calidad y la seguridad en toda la cadena de suministro de productos. La certificación incluye directrices, además de la producción, para el control, almacenamiento y envío de productos al consumidor final. Esta certificación permitirá tener mayor acceso a mercados internacionales, como Europa, por ejemplo, destino que está entre los objetivos de Capilo.
Entre los aportes contemplados en el apoyo de Caribbean Export, están la donación de un montacarga eléctrico y una etiquetadora automática. La etiquetadora formará parte de una línea de envasado que la empresa compró en el extranjero. Actualmente, ha acelerado el proceso, con un etiquetado más rápido, por ende, haciendo más eficiente los plazos de entrega, permitiendo diseñar estrategias de ventas para el objetivo de ampliar su presencia en el mercado internacional.
“El montacarga era súper necesario para la organización de los almacenes, la rapidez de los despachos y para poder hacer entregas más rápido. El área de almacenaje de la empresa tiene sus oportunidades de aprovechamiento en el uso del espacio vertical. Por lo que el equipo ha contribuido a una optimización del espacio en estanterías y clasificación adecuada diseñando un flujo que reduce el tiempo perdido en desplazamientos innecesarios y un eficiente sistema de gestión de inventario. Estos activos han repercutido en un aumento de alrededor de 25% la producción, de acuerdo con Lomba.
Capilo forma parte del Clúster Dominicano de Productos de Belleza, y desde el año 2000 se enfocan en el fortalecimiento de una estructura empresarial cuya misión es ofrecer productos y servicios de la mejor calidad. Las marcas cuentan las líneas para el cuidado capilar Capilo, Capilo PRO, Capilo Kids, y una línea creada para el sector masculino District Gentleman.
La solidez de los cimientos de la empresa, combinados con una conservadora visión de estilo de vida, jugaron a favor de Capilo en los tiempos difíciles de la pandemia. También contribuyó la división especializada en formulación y creación de marcas a terceros a nivel local e internacional con que cuenta la estructura empresarial. “En ese momento tan difícil para el país, tuvimos la suerte de que teníamos en nuestra cartera de clientes una marca de gel antibacteriano, y eso nos permitió sortear la crisis”.
Por su historia y trayectoria, los productos Capilo, especialmente los destinado al cuidado del cabello, forman parte del imaginario en la población femenina dominicana; la visión innovadora de evolucionar en la mejora continua de sus productos, así como el desarrollo de la línea gráfica y estrategia de mercadeo para ir acorde a la demanda de los gustos y necesidades de las nuevas generaciones, contribuyen al fortalecimiento del este dinámico renglón económico del país, por ende, al desarrollo económico sostenible, así como la proyección de la calidad marca país en tierras extranjeras.
La empresa Capilo ha sido merecedor de varios reconocimientos, entre ellos destacan el Premio a la Excelencia Industrial de la Asociación de Industrias de la República Dominicana, 1999, en el renglón de calidad a la pequeña industria; Reconocimiento del Ministerio de Industria, Comercio y MIPYMES, por su trayectoria empresarial y Exportador del Año, otorgado por la Unión Europea en el 2019.